La travesía por el Corredor Verde del Guadiamar sorprende desde
el principio cuando nada más salir desciendes vertiginosamente al edén, lo cual sirve de recordatorio a los mortales impenitentes
de que la vida terrenal se hace fuera del paraíso. Por tanto, el disfrute y el deleite es solo temporal, el tiempo que tardes en recorrer los 30 km previstos. A la hora inaugural el sol luce en el valle
iluminando las cañadas, descubriendo un manto verde a diestra y a siniestra, disponiendo nuestros sentidos para el disfrute
a través de los senderos ribereños, puentes sobre lagunas artificiales con caña
y junco donde las aves esperan regresar, desconfiadas de tanto intruso que viola
el natural consenso del lugar. En las
inmediaciones del municipio de Aznalcóllar algunas cortas mineras y dehesas marcan
el camino de vuelta en el km 15 por senderos sombríos y puentes sobre el río de
los príncipes. La expulsión del paraíso, en abrupta penitencia por una pendiente
considerable, nos ha dejado el cuerpo exhausto pero el espíritu reforzado por
tan buena compañía y por la generosa acogida del pueblo de Sanlúcar. Como
siempre, mi inestimable gratitud a todos los que hacen posible vivencias como
estas.domingo, 2 de febrero de 2014
II Gran Fondo del Corredor Verde del Guadiamar
La travesía por el Corredor Verde del Guadiamar sorprende desde
el principio cuando nada más salir desciendes vertiginosamente al edén, lo cual sirve de recordatorio a los mortales impenitentes
de que la vida terrenal se hace fuera del paraíso. Por tanto, el disfrute y el deleite es solo temporal, el tiempo que tardes en recorrer los 30 km previstos. A la hora inaugural el sol luce en el valle
iluminando las cañadas, descubriendo un manto verde a diestra y a siniestra, disponiendo nuestros sentidos para el disfrute
a través de los senderos ribereños, puentes sobre lagunas artificiales con caña
y junco donde las aves esperan regresar, desconfiadas de tanto intruso que viola
el natural consenso del lugar. En las
inmediaciones del municipio de Aznalcóllar algunas cortas mineras y dehesas marcan
el camino de vuelta en el km 15 por senderos sombríos y puentes sobre el río de
los príncipes. La expulsión del paraíso, en abrupta penitencia por una pendiente
considerable, nos ha dejado el cuerpo exhausto pero el espíritu reforzado por
tan buena compañía y por la generosa acogida del pueblo de Sanlúcar. Como
siempre, mi inestimable gratitud a todos los que hacen posible vivencias como
estas.
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Corredor Verde Gaudiamar
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