Hoy es el día señalado
para poner el punto final a una larga temporada de proyectos cumplidos, de encuentros
y aventuras, de vivencias diseminadas en tantos caminos. De nuevo el periodo
vacacional devuelve la intensidad a la vida trabajada y de inmediato el
calendario se convierte en campo de operaciones estivales, idas y venidas, citas,
puesta a punto. Solo queda esperar a que el tiempo vaya numerando las
estaciones. Solo queda que se cumplan los buenos propósitos o, simplemente, que
se rompan los malos augurios. Ya buscamos otras motivaciones aunque algunos
seguiremos haciendo lo que sabemos, lo que nos alienta día a día.
Nunca caminarás solo
por los senderos,
por las veredas
de ayer.
Mi sombra alargada llegará
hasta tu sombra
en la mañana luminosa,
y, juntos,
marcharemos a compás
de los recuerdos
junto al espejo
azul de nuestro río.
Luego charlaremos,
con el agua bendita entre las manos,
del tiempo,
de las carreras,
de la vida.