El tiempo pone a cada uno en su sitio y, por ahora, nuestra
Torre Pelli es el lugar que nos sitúa en un tiempo continuo, de eterno retorno
a esos caminos y senderos sembrados de sudor y esperanzas enterradas ya en los recodos más sinuosos de la memoria. Por eso,
el encuentro es necesario para seguir labrando esa tierra que alimenta de vivencias
únicas nuestra existencia. De nuevo, he vuelto a pasear por el sendero del río,
bajo el azul del cielo que nos abriga y
con el rumor de torrentes como recuerdos que sobrevienen incesantes y enmarañados
pero que van anunciando el camino al correr. Y así vuelvo a nuestra Torre
inmortal donde restituyo mi aliento a la sombra de los amigos o al abrigo del
sol de mi tierra añorada.
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