En Sevilla, en Andalucía, llueve sobre mojado. Y eso suena a
premonición (aunque desearía equivocarme). También dice la sabia popular que
siempre que llueve escampa. Así, inauguramos la primavera con una salida
improvisada por la ronda norte, San Jerónimo, Miraflores y centro comercial
sevillano, aprovechando la tregua meteorológica. Desde el principio, algunos se
empeñan en romper el grupo y, antes del segundo km, ya se quedan Silvia,
Almudena y Juanlu. Solo algunos comentarios más o menos forzados dan la
apariencia de normalidad; pero el ruido de la respiración dificulta la audición
y, por momentos, se oyen voces a discreción entremezcladas y confusas. El ritmo
aumenta y nadie quiere ser el primero en alertar sobre el despropósito. Vamos y
venimos a través de callejuelas históricas que pronto acogerán, entre
bambalinas, lágrimas de cera en el discurrir silencioso de alpargatas, faja y costal.
Y en un final precipitado llegamos a nuestro destierro provisional en otra torre,
Torretriana,… que nos espera un día de largo
contento y de incertidumbre, el único día en que los políticos privilegiados se
acuerdan de los ciudadanos y el día en que estos olvidan y perdonan,
lamentablemente. Por eso, en Sevilla, en Andalucía, llueve sobre mojado.domingo, 22 de marzo de 2015
Domingo 22 de marzo
En Sevilla, en Andalucía, llueve sobre mojado. Y eso suena a
premonición (aunque desearía equivocarme). También dice la sabia popular que
siempre que llueve escampa. Así, inauguramos la primavera con una salida
improvisada por la ronda norte, San Jerónimo, Miraflores y centro comercial
sevillano, aprovechando la tregua meteorológica. Desde el principio, algunos se
empeñan en romper el grupo y, antes del segundo km, ya se quedan Silvia,
Almudena y Juanlu. Solo algunos comentarios más o menos forzados dan la
apariencia de normalidad; pero el ruido de la respiración dificulta la audición
y, por momentos, se oyen voces a discreción entremezcladas y confusas. El ritmo
aumenta y nadie quiere ser el primero en alertar sobre el despropósito. Vamos y
venimos a través de callejuelas históricas que pronto acogerán, entre
bambalinas, lágrimas de cera en el discurrir silencioso de alpargatas, faja y costal.
Y en un final precipitado llegamos a nuestro destierro provisional en otra torre,
Torretriana,… que nos espera un día de largo
contento y de incertidumbre, el único día en que los políticos privilegiados se
acuerdan de los ciudadanos y el día en que estos olvidan y perdonan,
lamentablemente. Por eso, en Sevilla, en Andalucía, llueve sobre mojado.
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