En plena recuperación del maratón hemos salido a trotar
suavemente durante una hora y ocho minutos. En la semana de descanso los
dolores musculares han ido desapareciendo y, con este paseo matutino, las piernas
vuelven a sentirse ligeras, reanimadas, liberadas de la rigidez en la que se
ocultaban tras la severa prueba maratoniana.
Los temores e incertidumbres, con sus brumas
y tinieblas, se quedaron congeladas en el letargo invernal. Ya regresan las golondrinas
engalanadas de penitentes, que anuncian la primavera renovada al calor sevillano,
de luz natural y de cirio quemado en la candela de incienso y azahar, bajo el
límpido azul del cielo reverberado en el cristal eterno de su río. Nos vamos
preparando para la siguiente carrera, dispuestos a revivir y a compartir emociones
diseminadas en tantos caminos, en tantas rutas, con un solo corazón.
Por ello, os animo A
TODOS a compartir, el próximo viernes 6 de marzo, la comida de hermandad
maratoniana. Podéis apuntaros a través de cualquier foro del Club de Corredores.
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