domingo, 24 de marzo de 2013

Domingo de Ramos 24 de marzo

Hablar del tiempo puede ser uno de los temas más socorridos para romper el hielo en una conversación poco forzada o insólita, para quedar bien en un ascensor o para salvar con decoro algún encuentro inesperado. Sin embargo, desde hace algunas fechas se ha convertido en una cuestión de vital trascendencia después de tantos días de lluvia y, sobre todo, por la inminente entrada en Sevilla de Jesús de Nazaret a lomos de su ilustre borriquita y todo su cortejo cofrade, símbolo emblemático del comienzo de la Semana Santa sevillana.
También hoy por motivos climatológicos hemos tenido que replantearnos nuestro itinerario, que se ha efectuado sobre un circuito urbano y que nos ha llevado por primera vez hasta Bellavista, más concretamente a Fuente del Rey, en la misma salida de la carrera de Los Palacios. Durante los casi ciento cincuenta minutos de chicotá colegiada por la alfombra verde interminable del carril bici, hemos hecho el repaso habitual a la actualidad política, sindical, religiosa, folklórica, deportiva, social y pedagógica, entre ahogo y desahogo, marchando a paso largo, sin adornos, apretando los riñones y sintiendo sobre las piernas la dureza de la superficie; hablamos al viento, sin mirarnos a la cara, adelante, siempre adelante…; del Viernes de Dolores al Domingo de Ramos un día en medio para el reposo y el repaso, poner las ideas en orden, recordar que estuvimos allí aunque necesitemos que nos cuenten lo comido, lo bebido y lo vivido, anécdotas que nos parecen extrañas ahora en la mañana húmeda, complicidad en la prolongación de la noche… Queda claro que el Domingo de Ramos es un domingo más de pasión, pasión por recrear lo vivido e por ilusionarnos con el porvenir.

No hay comentarios: