Ahora que el maratón es agua pasada con ecos refrescantes en
la memoria, tenemos a la vista otro reto tradicional. La travesía del Rocío es
ya todo un clásico que, por su atractivo, está teniendo una proyección
importante en el círculo de organizaciones de eventos deportivos.
A pesar de
que la lluvia nos sorprendió a primeras horas de la mañana, hemos realizado un
itinerario urbano hasta Heliópolis y vuelta por la ruta maratoniana atravesando el apacible centro sevillano. En total
21km que han servido para iniciar la preparación de la travesía rociera en un
ambiente de optimismo esperanzador que augura la llegada de nuevos efectivos
los domingos. Por lo pronto, celebramos la incorporación al grupo de Eduardo,
que ya se recupera de su percance doméstico.
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