El entrenamiento
matutino transcurre por un improvisado itinerario, esencialmente urbano, de ida
por el recinto ferial con la vuelta de los últimos noctámbulos sorprendidos
ante tan insólita visión, largas avenidas que envuelven el casco histórico, y regreso
por el paseo fluvial. 19 km de paseo cordial y estimulante, en la burbuja amena
y complaciente de la conversación.
PD. Tenéis las fotos del Rocío en el enlace dentro de la etiqueta "Nuestras carreras y travesuras" (debajo a la izquierda) y publicadas en el margen del blog (debajo a la derecha) por gentileza de Jesús M. Mateos, Juan Carlos Benítez y Segundo Coca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario