El día tardó hoy más en nacer. En el cielo, un velo cárdeno apenas traslucía la timidez de un amanecer que poco a poco nos guiaba en nuestro ascenso al camino, hoy sorprendentemente convertido en vía de peregrinación en honor a Santa Brígida. Al grupo de asiduos corredores de los domingos (Edu, Miguel, el maestro, el masca, Segundo, José A. “el buitre”, Ramón F., Paco Travado, el cordobés) se han unido, ad maiorem gloriam, Poli y el héroe de Doñana, nuestro Furia. También el grupo de ciclistas (Javier Encarnito y el kasa) ha aumentado con la participación de Cristina Magüesín, tras su larga ausencia de las mañanas de los domingos. Así, el meritorio grupo ha emprendido con determinación el camino hasta Santiponce para ascender hasta el solitario camino, la vieja senda envejecida y estriada. De tarde en tarde, corredores ocasionales surcan sus penosas veredas, desdibujadas, maltratadas, polvorientas, pedregosas. Como es habitual, tras la subida el grupo se fragmentó. Atrás quedaba Poli que, con envidiable pundonor, soportaba el duro castigo de su primer día. El ritmo lento al principio y rápido al final, con un masca que señorea su excelente estado de forma y un furia que embiste como nunca cualquier provocación.
Hoy le ponemos falta a Carmen, Almudena, Pepe Poti, Pepe Vilches, Juanlu e Higinio. También seguimos esperando que algunos que “prometen” cumplan su palabra.
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