Mientras Sevilla se viste gala y azahar para emprender su tradicional recorrido de esparcimiento pasional, este club de corredores no pierde el compás y ha madrugado, hoy más que nunca, para estrenar esta jornada dominical especial. El cambio de hora ha dejado a alguno en el desconcierto interesado y pasajero (nada es presente), apurando unos minutos que fugazmente se desvanecen ajenos a los deseos de tanto soñador.
La frialdad de la mañana y lo inesperado de las nuevas incorporaciones nos ha llevado a ser condescendientes y a facilitar un recorrido más propio de un contexto prenavideño. A pesar de todo, el resultado sigue estando algo lejos de lo que sería deseable. La travesía rociera está cada vez más cerca y, al mismo tiempo, más lejos de nuestras posibilidades. Habrá mucha agua, el terreno parece no estar en condiciones, el tiempo no acompaña, parece muy precipitado... en fin, llega la incertidumbre. Ahora bien, un buen desayuno (¡gracias, Pepe Viches!)restablece el ánimo y renueva las esperanzas.
Además, en una semana de santo nombre tenemos la ocasión de encomendarnos a ese Jesús de la agonía. Mucha suerte a todos y feliz semana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario