Lo bueno de tener un club-fórmula 1 con tantas velocidades es que en muchos momentos de la carrera somos protagonistas. Hoy una nueva edición, la XI, de la media maratón Tierra y Olivo con más de 1.200 participantes de los que una buena parte eran del Club de Corredores Atlas. Aprovechamos la ocasión para felicitar a Ramón F., que ha participado en todas.
La mañana se presentaba, como acostumbra en los últimos años, bastante agradable. La gente se iba concentrando en las inmediaciones al son de una melodía atronadora que, lejos del dulce canto de aquellas sirenas mitológicas, enmudecía cualquier atisbo de objeción por parte del anónimo vecindario que en el entorno padecía estoicamente. El Masca y el Kasa fueron los más madrugadores, después Pepe Poti, P.Vilches, el Cordobés, el Furia, Paco Travado, Poli, el Iberia, el Lepe, Rafael Carlos, Ramón F., Mª Ángeles, Rafalito, Almudena, Juanlu, Javier Canon, finalmente, el Maestro y José A. el Buitre (no sé si me olvido de alguien). Una nómina extraordinaria de este club de corredores que, una vez más, ha conseguido un éxito de participación.
Como siempre la salida precipitada en la cola, sorteando a corredores que transitaban levemente por el asfalto. Desde el principio cada uno buscó su acomodo, intentando en un suave eslalon encontrar una referencia diáfana entre el gentío. Los gritos y la euforia multitudinarios de los primeros Km. iban dejando paso al jadear acompasado y al golpeteo constante de los de pies contra el asfalto. Pronto, muy pronto, la soledad permanente, conocida, compartida, cercana... Cada kilómetro, una sensación... ¡Y esta vez sí fueron 21!
Por fin, la ansiada meta, ¡una más!, ¡son ya tantas!, nos sorprende por una entrada repentina al estadio polideportivo, ante apenas un puñado de testigos. La llegada escalonada casi no permite localizarnos entre la multitud que se agolpa en las inmediaciones. Ya, en el autobús, lo que nos queda son los recuerdos.
1 comentario:
Gracias por la reseña; ¡el año que viene, más!
RF
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