Después de una noche auténticamente veraniega nos ha sorprendido una mañana “fresquita” con 20 grados, aunque con la humedad propia del lugar, que nos ha hecho destilar de lo lindo; bueno, a todos menos al masca, que necesita algunos km más para romper a sudar, dado el estado de forma en que se encuentra. Pero lo más destacado de la jornada ha sido la vuelta de Eduardo. Después de varios meses de alejamiento terapéutico, por fin ha decidido incorporarse al grupo; eso sí, con la inestimable colaboración de los Pepes, que, tras varias e intensas horas de velador-mostrador, consiguieron convencer al descarriado.
Ante la ausencia de Higinio-aventura, el grupo se ha visto obligado, por seguridad, a hacer el tradicional camino. Y, como es habitual, el grupo avanzadilla se rompió en medio del recorrido. El masca, liberado de temores y cortedades, salió como alma que lleva el diablo para conocer nuevas sensaciones en soledad. Los demás (Segundo, el maestro y el cordobés) nos esforzábamos por seguir su estela. Javier con Almudena, Pepe Vilches a su ritmo y Javier “encarnito” de escolta. Por detrás, Poti continuaba sesión de terapia con Eduardo y el Lepe no se encontraba a sí mismo. Al final llegamos, pero todo parece indicar que en la travesía playera habrá marejada, y no de la mar precisamente.
Un abrazo a nuestro Kassa que se recupera satisfactoriamente y al que esperamos junto a los demás ausentes el próximo sábado. Mañana Poti publicará toda la información al respecto.
2 comentarios:
Gracias Manolo por tu comprensión gracias a los compañeros y sobre todo gracias a Pepe Poti y Pepe Vilches a los que tengo que agradecer su constante apoyo
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