Tras la
dispersión del domingo anterior regresamos a las andadas, nunca mejor escrito. El camino nos esperaba pero las
recientes lluvias y la severidad de las pendientes nos han hecho desistir, por
hoy, de tal empresa. Hemos optado por la ruta de Itálica y vuelta escalonada por
los corchos hasta Camas. Ya se respira el ambiente maratoniano y las mentes se
preparan para afrontar un entrenamiento de garantías ante el gran desafío que supone
la prueba reina. No obstante, aún habrá que superar algunos objetivos
importantes dispuestos de forma estratégica para llegar a pleno rendimiento.
Poco a poco, sin forzar, reconociendo las buenas sensaciones y evitando las
lesiones.
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