A mis compañeros de la mañana, tan temprano...
Sigo resistiendo en este frente incierto que reclama toda mi
atención desde hace 19 días. Esta mañana me ha despertado la querencia
dominical; me he asomado a la calle desierta y sombría donde se adivinaba la tímida
luz de la amanecida. A continuación, me he dejado llevar por la natural liturgia de actos reflejos hasta que,
prácticamente, estaba dentro del coche dispuesto para salir. De pronto, he reparado
en que no por mucho madrugar amanece más temprano. Y esa mañana aún no ha
llegado.
Pero como a quien madruga Dios le ayuda, he decidido hacer la
ruta en solitario. El sol despuntaba ya en el horizonte y lamía la escarcha adormecida
en el frío de la madrugada. Como el niño que da sus primeros pasos sorprendido
de sus progresos, iba yo verificando los míos de uno en uno, todas las alarmas
conectadas con el centro de operaciones. Las sensaciones que iba recibiendo me
animaban a seguir buscando, en mi propia sombra y en la vuestra, compañeros de
la mañana tan temprano, esa catarsis tantas veces experimentada. Así es como he
podido hacer 10 km en el tercer día de mi tour particular.
El próximo domingo, Los Palacios. ¡¡Quién hubiese tal
ventura!!
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