El mar nos recibe,
como siempre, haciéndonos repetidamente la ola. Pero en esta ocasión los cielos aparecen
cubiertos de un gris ceniciento como queriendo aplacar la ira del astro más
luciente y hacer más llevadera la travesía. Todo dispuesto en una mañana fugaz
y ajena a las consabidas eventualidades.
Esta vez hacia el poniente interminable a través de la brisa marina; a la izquierda, el mar eterno; a la derecha,
la imagen breve de un progreso estancado, después dunas, acantilados dorados y, al fondo,
el más allá envuelto en la bruma.
Con urgente determinación,
corredores y andadores se disponen a ocupar su espacio vital en la inmensidad para ser pronto
absorbidos por el paisaje. Comienza el viaje sin retorno hacia la muda intimidad, sin testigos. Pronto el sonido de
la brisa apaga las tímidas voces que perturban este recorrido especial… Las
ruinas de El Pico del Loro nos despiertan del sueño transitorio y nos reconducen
a la civilización. El mar nos pisa los talones, nos empuja con su vaivén y reclama
su sitio natural. En la aventurada huida los pies naufragan una y otra vez en
la pesada arena. Pero el más allá está cerca… Se aparece de repente encarnado
en la cándida imagen de Pepe Poti que
nos anuncia la buenaventura. Una improvisada ducha y un merecido refrigerio nos
devuelve a la normalidad. A partir de aquí, el protagonismo para la organización que, una vez más, se merece el reconocimiento y el cariño de todos los que valoramos su esfuerzo y dedicación. Ya lo dijo el presi y, verdaderamente, no faltó de ná. ¡¡Enhorabuena!!
En este enlace tenéis la travesía:
Matalascañas-Parador Mazagón de casaman5 en Garmin Connect: Detalles
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