Casi en el ecuador de octubre, cuando el termómetro
atmosférico busca el equilibrio en zona templada con una tendencia claramente a
la baja, el otro, el registrador de la temperatura cerebral, va alcanzando cotas
considerables, lo cual refleja el buen estado del grupo. Todo lo que
había que hablar se determinó en el primer km. A partir de aquí cualquier conversación
naufraga por las crecientes interferencias espaciales pero sobre todo porque
las voces salen ya desnaturalizadas en el laberinto de los constantes resuellos.
La distancia se hace insalvable a la vuelta y solo encontramos alivio al amparo
del río; por delante intuimos un ritmo alocado e incontrolado, detonante habitual
que desata todas hostilidades. Debajo de la Torre, encontramos el ambiente
sosegado cuando llegamos plácidamente.
A los amigos de la Turdetania ¡¡MUCHA SUERTE Y ÁNIMO!!
Tenéis el enlace para las fotos de La Breña (a la izquierda-abajo, en "Nuestras carreras y travesuras")
No hay comentarios:
Publicar un comentario