Este sol preveraniego (o sin el pre) sugiere ya la
reorganización de los horarios y la retirada a lugares más frescos y sombríos, anima
a proyectar las vacaciones con la complicidad de una cerveza fría y espumosa en
la terraza de un bar o al borde de una piscina doméstica. Es el comienzo del
letargo estival, la desconexión de la vida rutinaria para engancharse a la otra
vidorria siempre mitificada desde la lejanía. También los corredores queremos
poner tierra de por medio y nos dejamos llevar por la marea fluvial yendo y viniendo
como ondas errantes al son de la brisa.
Ya descansamos del trajín de la temporada, de las
inclemencias del lluvioso invierno, de todas las fortunas y adversidades vividas.
Pero el solo hecho de haberlas compartido tiene su compensación. Y en este
descenso hacia el final de la temporada me viene a la memoria, como el destello
que deslumbra en la travesía y te obliga a parar, el recuerdo de aquellos que ocuparon su sitio en el
camino cada domingo y a los que el tiempo ha ido relegando a instantáneas
familiares y esporádicas. La vida no entiende de justicia pero resistiremos
para mantener lo que nos une y lo que nos hace más fuertes. ¡¡¡Que el espíritu
de los domingos os acompañe, compañeros!!!
2 comentarios:
Hola buenas tardes, sé que no es el sitio para publicar esto pero me puse en contacto con el cordobés porque coincidí en la rehabilitación con Jose manuel y me comentó vuestro blog, al terminar él no pude despedirme de él como dios manda y le pregunté a el cordobés cual es su nombre aquí en el blog para poder escribirle, espero que si alguien lo lee se tan amable de decirmelo, por si acaso lo lees Jose Manuel... Ha sido un placer haber coincidido contigo en la rehabilitación, espero que no vuelvas a lesionarte y poco a poco cojas el ritmo que tenías antes de lesionarte y puedas disfrutar del deporte como sé que lo has hecho durante toda tu vida por las conversaciones que teníamos, ha sido un placer y que todo vaya bien, un abrazo y cuidate
Fran, soy José Manuel, hasta hoy no me he dado cuenta de que habías escrito en el blog. Me alegré mucho de leer tus palabras pero no sé cómo ponerme en contacto contigo. Te dejo mis teléfonos por si puedes llamarme.
Un abrazo.
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