El cierre oficial de la temporada ha servido para el retiro generalizado de muchos miembros de este club que, tras un año de dedicación más o menos notoria, han optado por buscar nuevos horizontes finisemanales más acordes con el tiempo veraniego que padecemos, o que disfrutamos, según convenga.
Es el momento de la distancia, de la relajación, de ruptura con los retos físicos, de rendir culto al hedonismo más clásico, sin dolor. Y nada mejor que hacerlo en el idílico, aunque efímero, ambiente playero: un paseo-carrera matutino, el desayuno, un periódico, el encuentro con la recuperada rutina, la vuelta necesaria a la realidad más exigente... En fin, es el ciclo vital que tanto nos tira y tanto nos afloja.
Mientras, algunos seguimos en el empeño de mantener las buenas costumbres heredadas y, fieles a nuestro compromiso con nosotros mismos, canalizamos la energía en estos domingos de asueto estival. Hoy, el Kassa, Edu, Poli, el Maestro y el cordobés han certificado una vivencia más por el paseo fluvial en una mañana inigualable para la suave carrera, a ritmo de la Poli-conversación más amena.
Os animo a todos a participar en la asamblea del próximo miércoles para que este club, ya insigne, siga manteniendo los lazos de camaradería y amistad de sus orígenes.
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