lunes, 19 de abril de 2010

Domingo 18 de feria de abril

Tras la suspensión de la marcha rociera por motivos meteorológicos, nos dejamos llevar por la inercia dominguera sin la presión de antaño. Pocos, pero ilustres comprometidos, somos los corredores que hoy hemos renovado nuestra apuesta por la participación en una mañana de tregua tras una agitada noche de rayos, truenos y tormenta. El cielo cubierto protegía nuestro caminar y, en sus ansias de evacuar, esperaba el final de la marcha. Esta vez recorrido urbano, feria incluida, guiado en su medianía por Higinio-aventura que hizo el trabajo gregario para volver a refugiarse en el seno de Pepe Poti que ya comenzaba a hacer la goma.
Suave entrenamiento para una semana de éxtasis primaveral servido con cuentavasos de rebujito y otras libaciones más tentadoras, en el mismo sitio de siempre. Es una versión de la teoría del eterno retorno, pero mejorada cada año.

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