La mañana se anticipaba en Sevilla para ofrecernos, en los albores, un ambiente húmedo e incierto. Sobre el asfalto y las aceras podíamos comprobar los efectos de la intensa lluvia del día anterior. Poco a poco el encuentro se produce en un ambiente distendido, hoy, algo más concurrido, con renovadas incorporaciones pero también con algunas ausencias. Todo listo para emprender la ruta dominical que, descartando el tradicional camino por razones obvias, nos ha conducido por un recorrido inusualmente urbano: estadio olímpico, la vera del río hasta el Villamarín y vuelta por la Raza, con evocaciones maratonianas en alguno de sus últimos y más reconocidos tramos hasta el puente del Cachorro. Total, 25, 23 o 21,5 km según los pequeños grupos que se organizaron durante y al final del recorrido. Domingo a domingo comprobamos que mejora la condición física con un ritmo vivo de carrera casi desde el principio, donde nadie se descuelga; muy bien nuestro kasa que se va encontrando a sí mismo, José A. el buitre, intratable cuando se pone los auriculares; Segundo, que tras jornadas de prudente adaptación, está ya a punto; el furia que siempre acude a la cita con el sacrificio, el Lepe, que aguanta todo el entrenamiento con gran pundonor; el maestro, que todo en él parece fácil; Pepe Vilches, siempre entre Pinto y Valdemoro, siempre empeñado con el esfuerzo; nuestro masca, ave fénix que se eleva más ligero sin el lastre cotidiano. Mención aparte demanda la gesta de Pepe Poti y Eduardo que hoy se han dado la gran paliza al recorrer los casi 22 km por primera vez esta temporada. ¡Enhorabuena a todos!
El sábado tenemos la cita con la travesía de Olvera-Coripe-Puerto Serrano. Me consta que está todo a punto. De todas formas, Pepe Poti comunicará los detalles próximamente
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