domingo, 4 de octubre de 2009

Domingo 4 de octubre

Ya estamos en camino (y somos cada vez más), en nuestro camino, un residuo de esfuerzo y sufrimiento compartido, domingo tras domingo, como un desafío constante al sol de la mañana que nos espera puntual, allá arriba. El trasiego agitado y desigual de un grupo numeroso que, con las primeras luces, se despereza y desparrama en el sendero al ritmo de los escarpados repechos. Todo cuesta mucho. Al final, la llegada paulatina de unidades jadeantes y colmadas de orgullo. Es el momento de empezar a vivir el domingo.

Desde aquí mando un fuerte abrazo a nuestro apreciado Higinio con el más sincero pésame tras el reciente fallecimiento de su madre. Esperamos verlo pronto por aquí.

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