Lo conseguí. Como se suele decir, a la tercera va la vencida.
En el 2007, llegué hasta Setenil y fue suficiente para enamorarme de esta dura, pero maravillosa prueba.
En el 2008, de la mano de mi querido hermano y entrenador (todo un campeón), y bajo unas condiciones atmosféricas de extrema dureza, pudimos llegar hasta el Tercio. Cansados, mojados y muertos de frío, pero felices por haber conseguido nuestro objetivo.
Y por fin, este año 2009, muy bien arropada por dos amigos y grandes atletas, Carmen, ya toda una especialista en los 101 kms. y Domingo. Con su apoyo y paciencia, pude llegar hasta la meta y conseguir mi ansiado diploma (que ya está debidamente enmarcado), mi medalla y mi sudadera de cientounera.
Los 101 kms. de Ronda es una prueba de resistencia ideal para locos como todos nosotros.
Durante su largo recorrido, se puede disfrutar de lo que más nos gusta: CORRER y ANDAR.
Se ven paisajes preciosos.
Te puedes caer... y te puedes levantar y seguir...
Te relacionas con locos como tú y con tus mismas ilusiones.
Se comen más plátanos que en toda una vida.
Se visitan pueblos maravillosos y se conoce a su gente, que se vuelcan para animarnos y nos ayudan todo lo que pueden.
Se corre bajo un "sol amigo" al principio, que te ayuda a entrar en calorcito, para después pasar a ser un "sol machacante", al que estás deseando perder de vista y que por último da paso a un cielo increiblemente lleno de estrellas, al que no estamos acostumbrados a ver en nuestra ciudad.
Te cansarás... te cansarás mucho y no sé cómo, te recuperarás y seguirás.
Verás a muchos legionari@s impresionantes.
Te acordarás de toda la familia de esas montañas, que no tienen fin y al mismo tiempo, las sentirás, las olerás y pensarás que te gustaría quedarte allí para siempre (y en algunos momentos de desfallecimiento creerás que lo vas a conseguir...)
Te reirás con las muchas anécdotas y ocurrencias de los compañeros, que sobre todo a ciertas horas de la madrugada, no sé de donde sacan el ánimo para ello.
Sentirás dolores hasta en sitios de tu cuerpo que hasta entonces no sabías que existían.
Si tienes la suerte de ir acompañado de buena gente (como ha sido mi caso), sentirás una unión y una complicidad que nunca olvidarás.
Por último, cuando te dicen: "ya empezamos a subir la cuesta del cachondeo", es como si te pusieran un cohete en salvas sean las partes, que ya no te duele na y solo piensas: "venga pa'rriba, que ya llego".
Y al final... la META, la GLORIA.
Vamos, que esta prueba está claro que no deja indiferente a los que tienen el valor de realizarla.
Y bueno, ésta ha sido mi experiencia en los 101 kms. de Ronda.
No lo he escrito antes porque no he podido entrar en el blog, pero aunque ya hace casi un mes de ello, no quería dejar pasar la oportunidad de contarlo.
Para l@s compañer@s que nunca habéis pensado hacerla y para los que lo habéis intentado y por circunstancias no la pudisteis acabar, animáos, que con paciencia y un poquito de esfuerzo, se consigue y no lo olvidaréis nunca.
Un abrazo a todos.
3 comentarios:
Muy bonito, Cristina. Efectivamente, todo lo que se consigue con esfuerzo, y más esta locura narcotizante de los 101, supone una gran satisfacción, la mejor para los sacrificados. ¡enhorabuena!
Bueno, parece que ya tenemos dos 'poetas' en el club.
Habrá que hacer unos cursillos acelerados de exresión escrita para ponerse a la altura de tan elegantes plumas.
Enhorabuena y saludos - RF
Felicidades Cristina, pero no pienses que ya has conseguido todo, sólo has empezado a saborear lo fantástico del esfuerzo sin límite y "sin recompensa". Estás en el buen camino,!adelante!, y no mires atrás. Busca bien. Hay mucho más.
!!Enhorabuena!!
Publicar un comentario