Jornada dura y al mismo tiempo hermosa la que hemos vivido hoy por la Sierra Norte sevillana. Hemos resistido la severidad de las continuas pendientes y la inclemencia de los peligrosos descensos, dejando literalmente la piel entre arbustos espinosos o incómodas ramas, sorteando alcornoques, chopos... atravesando bosques espectaculares, algún túnel malicioso, correteando por la Ribera del Huéznar entre escurridizas piedras... (seguro que algo más) .
Los que corremos sabemos apreciar esta inigualable experiencia, pero también el cariño de todas las personas que nos han arropado hasta el final con sus gritos de ánimo. Por esto, sólo por esto, nos podemos sentir recompensados y satisfechos. La clasificación no es importante, el tiempo tampoco. Estamos todos bien y hemos cumplido, cada uno dentro de sus posibilidades.
Me gustaría, para terminar, agradecer a todos el esfuerzo y felicitar a Carmen y a Almudena, porque hoy han superado barreras inexpugnables y han ahuyentado algunos tabúes sociales; A Ramón, el masca, que ha hecho una carrera impresionante pero no ha tenido una buena sobremesa (ese Sevilla oé)...
Ah, Higinio nos ha castigado sin la bolsa del corredor ¡POR LLEGAR TARDE!... Y es que, como alguien dijo una vez, Nadie es perfecto
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