
El caso es que esa
hora más de sueño era un buen reclamo para que el ambiente en la calle fuera de
lo más concurrido, sobre todo en las inmediaciones del Charcolapava. También en
el incremento del grupo de corredores que hoy hemos coincidido en Torre Pelli; entre ellos, destacamos la reincorporación de Carmen y la vuelta de nuestro pasado más glorioso encarnado en José Antonio "el buitre".
Todos agrupados por la
senda fluvial en una mañana algo fresca que ya anuncia inequívocamente el
descenso paulatino al letargo invernal. El
periplo, casi improvisado por momentos, nos ha llevado a Santiponce, vuelta
por “la ruta del corcho”y muro de contención de Camas hasta Torre Triana. Total, 18, 33 km en movimiento uniformemente acelerado; bueno, no todos, algunos exageradamente acelerado.