Esta mañana de domingo teníamos dos frentes tradicionales abiertos,
la carrera de los Palacios y las comidas de navidad; ambos incompatibles. Por eso,
algunos no se han atrevido con una carrera tan exigente y han compensado con 22
km a ritmo de entrenamiento y en buena compañía. A pocas horas de la entrada
del invierno, el frío ya es compañero inseparable de las mañanas, eso sí, sin
la bruma de otros días. Poco a poco el sol se ha salido con la suya y ha
brillado a la vuelta de Gelves; un retorno algo accidentado por las necesidades
sobrevenidas que ocasionan la dispersión del grupo a la salida de San Juan. El domingo más pero ya metidos de lleno en las dichosas y felices fiestas.
Aprovecho para enviar un mensaje de felicidad a los miembros y amigos del Club de Corredores y a todos los que nos siguen desde su rinconcito secreto.